martes, 31 de mayo de 2011

De él.

Enamórate del hombre que te llame guapa en lugar de tía buena. El que te llame cuando le colgaste el teléfono y te envié un mensaje sin motivo alguno, que sea porque le apetecía. El que se quede despierto solo para verte dormir. El que te quiera enseñar al mundo cuando estés desarreglada y no le importe si engordaste o adelgazaste. El que te de la mano por los parques y sea el último en desearte buenas noches con un beso, el que te diga todo lo que le importas y cuando te presente a sus amigos diga: Es ella.

Para nada.

Después de todo, todo ha sido nada, a pesar de que un día lo fue todo. Después de nada o después de todo, supe que todo no era más que nada. Grito todo, y el eco dice nada, grito nada y el eco dice todo, ahora se que la nada lo era todo y todo era ceniza de la nada. No queda nada de lo que fue nada. Era ilusión lo que en definitiva era nada. Qué más da que la nada fuera nada, si más nada será después de todo despues de tanto todo, para nada.